miércoles, 18 de febrero de 2015

tipos de clientes

 El cliente discutidor:

Regularmente este tipo de cliente son agresivos por naturaleza y seguramente no estarán de acuerdo o discutan cada cosa que digamos. No hay que caer en la trampa. Algunos consejos que sirven de ayuda para tratar este tipo de clientes: 
Tratamiento:
Solicitarle su opinión
Hablar suavemente pero firme
Concentrar la conversación en los puntos en que se esta de acuerdo.
Contar hasta diez o más. 

 El cliente enojado.

Cuando se trata este tipo de clientes no hay que negar su enojo y decirle, "No hay motivo para enojarse". Esto lo enojará más. Algunas formas de manejar la situación son:
Tratamiento
Ver mas allá del enojo
No ponerse a la defensiva 
No involucrarse en las emociones
No provocar situaciones mas irritantes
Calmar el enojo
No hay que prometer lo que no se puede cumplir
Analizar a fondo el problema
Hay que ser solidario
Negociar una solución 

El cliente conversador.

Estas personas pueden ocupar mucho de nuestro tiempo. Además de entrar a comprar algo, nos cuentan la historia de su vida. 
No hay que tratar de sacárselo de encima de un plumazo, se debe demostrar interés y tener un poco de paciencia, ya que el motivo real de su comportamiento es que se encuentran solas.


  •  El cliente ofensivo.

  • El primer pensamiento que se nos cruza al tratar con individuos ofensivos es volverse "irónico" o "ponerlos en vereda". ¡NO LO HAGA!. 
    Lo mejor es ser amables, excepcional mente amables. Esto los descoloca y hacer bajar el nivel de confrontación.
  • El cliente infeliz.
    Entran en un negocio y hacen esta afirmación: "Estoy seguro que no tienen lo que busco". Estas personas no necesariamente tienen un problema con nosotros o con la empresa, su conflicto es con la vida en general.
    No hay que intentar cambiarlos, se debe procurar de mejorar la situación, mostrarse amable y comprensivo, tratando de colaborar y satisfacer lo que están buscando.
  •  El que siempre se queja.
    No hay nada que le guste. El servicio es malo, los precios son caros, etc. etc. Hay que asumir que es parte de su personalidad. 
    Se debe intentar separar las quejas reales de las falsas. Dejarlo hablar y una vez que se desahogue encarrilar la solución teniendo en cuenta el tema principal.
El cliente exigente.
    Es el que interrumpe y pide atención inmediata. Esta reacción nace de individuos que se sienten inseguros y de esta forma creen tener más control. 
    Hay que tratarlos con respeto, pero no acceder a sus demandas.

    •  El cliente coqueteador.

    • Las insinuaciones, comentarios en doble sentido con implicatorias sexuales, pueden provenir tanto de hombres como de mujeres. 

      Se debe mantener una actitud calma, ubicada y de tipo profesional en todo momento. Ayudarles a encontrar lo que buscan y así se van lo más rápido posible.
    •  
    • El que no habla y el indeciso:

    • Hay que tener paciencia, ayudarlos, no hacerles preguntas donde su respuesta tiene que ser muy elaborada. Sugerirles alternativas y colaborar en la decisión. 


    •  Equivocado.

    • Mal informado o desacertado: Se trata de aquel cliente que adquiere un producto o servicio con el que sabemos de antemano que no va a quedar satisfecho y somos capaces de anticipar una incidencia o, lo que es peor, una insatisfacción de la que nunca tendremos noticia. 

      Cómo tratarlos:
      Darles la información detalladamente a los clientes que dan este perfil, para asegurarnos que saben exactamente lo que compran. Debemos anticiparnos a su insatisfacción, con preguntas insistentes para que nos afirme reafirme que está todo correcto

    •  Mal pagadores.

    • Se trata de clientes morosos, que prometen pagar pero nunca lo hacen. 

      Cómo tratarlos: Aclarar de forma detallada en contratos, protocolos y normas de actuación detallada las formas de cobro. 

    • Clientes abusivos.

    • Dan un perfil similar a otros que abusan, roban, presentan reclamaciones falsas o inventadas, etc. 
      Podemos conocerlos mediante datos y conocimientos basado en la experiencia de vendedores y personas de contacto. 
      Cómo tratarlos: Prestar especial atención a sus actuaciones, lo cuál puede ser caro y llevarnos a la siguiente situación (clientes con excesivos costes de atención) 

    • Con excesivos costes de atención.

    • Se trata de clientes que, en el trato cotidiano, generan más coste de atención y servicio que rentabilidad dan.
      Cómo tratarlos: Precios disuasorios (extravagantes); servicio predefinido,haciéndoles pagar suplementos de servicio a partir del cual generan pérdidas.

    •  Adictos a la promoción y ofertas.

    • Hay clientes que solo compran el producto que están en oferta, tratamos de captarlo vía ofertas, pero terminada ésta, se va con ella o permanece inactivo hasta la siguiente. Cómo tratarlos: Intentar con ofertas que lo hagan rentable, sabiendo que compran BBB, o sea bueno-bonito-barato. Dejar de hacerles ofertas.
    •  De riesgo.
      "Las compañías de seguros de salud no aceptan clientes muy mayores porque cuestan más que aportan." 
      Cómo tratarlos: Precio extravagantes. Barreras como exámenes y controles para poder formar parte de la clientela de la compañía.
    •  De mala imagen.
      Presenten una imagen desacorde con el posicionamiento de la compañía, a otros clientes. Cómo tratarlos: Precios extravagantes. 
    "Incidental" o polémico.

    Personas que presentan manifestaciones ostentosas de sus disgustos en voz alta delante de otros clientes dentro de la empresa. 
    Cómo tratarlos: En ocasiones, clientes que gustan de tener conflictos delante de otros o de exhibir su disconformidad, deben ser exonerados a no regresar.

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